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Foto del escritorEliana Marcano

¿Qué tiene que ver mi corazón con mi tiempo limitado?


Querida hermana, ¿tienes muchos papeles que cumplir: eres esposa, trabajas, sirves en tu iglesia local, estudias, entre otras y sientes que el tiempo no te alcanza?. Espero poder ayudarte a ver la perspectiva correcta, en medio del caos de las múltiples tareas, a través de este blog. Oro por eso.


Te comento que me identifiqué con esta pregunta. Desde mis 19 años, mis días empezaban a las cinco de la mañana, y terminaban a medianoche. Estudio en la universidad; sirvo en este ministerio y en mi iglesia local; trato de pasar tiempo con amigos, cuidar mi cuerpo, disfrutar con mi familia, prepararme teológicamente; y antes también trabajaba. En fin, la vida misma. Solía sentirme abrumada por mis distintos deberes y el poco tiempo que podía manejar (aunque te confieso que hay días y días). No obstante, hubo varias cosas que, en estos años, he podido aprender en relación a todo esto y sólo por la gracia de Dios:


  1. Es necesario que examines tu corazón


Te preguntarás, ¿qué tiene que ver mi corazón con mi tiempo limitado? En realidad, mucho. Como dice Ana Ávila: «Tienes tiempo para hacer las cosas que deberías estar haciendo». Dios ha diseñado la vida del ser humano para cumplir con las obligaciones indispensables. Por lo que, el problema no está en el diseño del Señor, sino en nosotras. Por ejemplo, si estamos procrastinando, quizás sea porque en nuestro interior hay pereza. Si estamos tomando responsabilidades más allá de las que deberíamos, convendría preguntarnos, ¿con qué intención lo hacemos? ¿Queremos abarcar todos los espacios? Eso no puede ser posible, ya que es un atributo exclusivo de Dios y no podemos tomar Su lugar. 


  1. Establece una rutina realista


Según Jordan Peterson (psicólogo clínico), el cerebro humano necesita un horario para funcionar correctamente. Al tener tantos roles, una rutina va a ser una especie de salvavidas. Te ayudará a entender tus tiempos, de forma que podrás planificar mejor. Es una gran herramienta. Por cierto, establecer rutinas también te ayudará a priorizar. 


  1. Acepta tu realidad


Para poder avanzar, es vital que aceptes la realidad en la que te encuentras. Hay responsabilidades que no podemos cambiar o circunstancias que ahora son inamovibles. Sin embargo, ¡Es el Señor quien, en Su buena voluntad, ha dejado que este sea tu panorama!


  1. Descansa en el Señor


Él es nuestro refugio ante la ansiedad, la tormenta, el caos, el dolor, el sufrimiento. Ni tú ni yo tenemos la capacidad de sostener el universo. Él sí. Descansa en que el Señor es quién alumbrará tu camino. Puedes poner tu confianza en Aquel que maneja las horas, conoce el futuro, te conoce y ama. Cree en que Él te dará la sabiduría para utilizar mejor el tiempo que te ha entregado.


  1. Jesús ya te perdonó


En caso de que te sientas culpable porque en algún momento no pudiste seguir la rutina, te equivocaste, no sabes como cambiar tu forma de vida, sientes tristeza o incluso frustración por lo que no hiciste… Tranquila, el sacrificio de Cristo fue suficiente para esto también, y además, ¡redime las situaciones convirtiéndolas en un propósito para Su gloria!


Te recomiendo el canal de Youtube de Ana Ávila. El Señor la ha utilizado enormemente en temas de productividad. 


Dios te bendiga y guíe en este nuevo tiempo.




Diseños: Rhaien Vivar

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